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Aunque la creciente demanda de bienes ayuda a impulsar las economías, fabricar estos productos de forma sostenible sigue constituyendo un reto, ya que la fabricación se basa a menudo en el modelo «extraer-fabricar-desechar». Además, la disponibilidad de materias primas va disminuyendo, se va endureciendo la normativa medioambiental y los consumidores esperan cada vez más productos más ecológicos.
La práctica de sistemas de fabricación circular ofrece una alternativa atractiva al optimizar los recursos y reducir los residuos. Sin embargo, según Magnus Wiktorsson, coordinador del proyecto ReCiPSS, «la investigación demuestra que estos planteamientos suelen ser fragmentarios, complejos y se aplican mal».
Para demostrar cómo los sistemas de fabricación circular pueden contribuir de forma significativa a la economía circular, el equipo de ReCiPSS transformó los modelos de negocio de dos industrias muy diferentes: electrodomésticos y piezas de automoción (piezas remanufacturadas), mediante la introducción de soluciones de producto-servicio en ambas.
Se seleccionaron estos sectores porque difieren en el grado de integración de sus cadenas de valor. Los fabricantes de equipos originales de electrodomésticos suelen tener mucho control sobre su cadena de valor, mientras que esta es más compleja en el caso de las piezas de automoción.
«Al desarrollar estos dos modelos de negocio tan diferentes, nos aseguramos de que nuestros principios de economía fueran aplicables a todo un abanico de escenarios de fabricación», explica Farazee Asif, director de operaciones de ReCiPSS.
Revolución en marcha
En cuanto al demostrador de electrodomésticos, Gorenje, empresa socia del proyecto, envió lavadoras y secadoras de pago por uso especialmente adaptadas para Dinamarca, Países Bajos, Eslovenia y Suecia, y las instaló en viviendas particulares, residencias de estudiantes y lavanderías comunitarias.
Cada lavadora estaba equipada con sensores que controlaban al instante el funcionamiento de los aparatos y las estadísticas de sus ciclos de lavado (temperatura, carga, etc.). Los datos resultantes están alojados en una plataforma de internet de las cosas a la que pueden acceder usuarios, fabricantes de equipos originales y proveedores de servicios, puede avisar cuando los aparatos necesitan mantenimiento y ofrece consejos a los usuarios, por ejemplo, sobre cómo ahorrar energía.
«Además, investigamos opciones de reparabilidad y reciclabilidad, y creamos la infraestructura necesaria para reacondicionar cada aparato al menos dos veces, de modo que pudiera funcionar bien durante tres ciclos de vida, de cinco años cada uno», añade Asif.
Esta solución prolonga la vida útil de cada aparato, aumenta la eficiencia general de los recursos, reduce la contaminación y los residuos, al tiempo que hace que la colada sea más ecológica.
Más que la suma de las partes
El demostrador de automoción, que permite intercambiar piezas (denominadas «núcleos»), fue puesto en marcha por C-ECO, empresa socia del proyecto, y probado en Alemania. Consistía en una oferta de «gestión como servicio», respaldada por una plataforma de gestión de datos.
En comparación con el demostrador de electrodomésticos, la cadena de valor del comercio de piezas de automóvil es más complicada, ya que depende de terceros para la logística, los suministros y la refabricación. Esta complejidad aumenta el tiempo, los costes y la variabilidad de la calidad, lo que hace que la reutilización de las piezas pierda atractivo respecto a la simple búsqueda de piezas nuevas, para quienes se dedican a la fabricación y el mantenimiento de vehículos.
En ReCiPSS, se simplifica el proceso al incluir todos los pasos del comercio de núcleos (como el reconocimiento, la clasificación y el transporte) en una ventanilla única, al tiempo que se garantiza que la información sobre los núcleos sea accesible y fiable.
Para evaluar el rendimiento de ambos demostradores, se desarrollaron cinco modelos de simulación que permitieron que el equipo experimentara con distintas configuraciones operativas, de la cadena de suministro, del coste del ciclo de vida y del diseño del producto. Los resultados han servido de base para estrategias de comercialización y de ingresos.
«Calculamos que, en conjunto, nuestros 333 aparatos de lavandería podrían generar unos ingresos anuales de 90-150 000 EUR, lo cual ahorraría 4 toneladas netas equivalentes de CO2 y entre 2,8 y 8,3 toneladas netas de materiales al año —declara Asif—. Los 100 000 núcleos identificados y evaluados en nuestro demostrador de automoción permitieron un ahorro estimado de 390 toneladas equivalentes de CO2 gracias a la mejora de la logística y de 450 toneladas equivalentes de CO2 gracias a la refabricación».
De los procesos a las políticas
Un informe político elaborado por ReCiPSS identifica los obstáculos a los que se enfrenta la adopción de prácticas de fabricación circular e incluye recomendaciones para un marco de política de productos. Esto ayudaría a las industrias y los gobiernos en la transición hacia una economía circular al mejorar la normativa y proporcionar una mayor seguridad económica a los fabricantes.
El coordinador del proyecto, el KTH Royal Institute of Technology, ya ha contribuido con los resultados de ReCiPSS a la elaboración de la norma ISO 59010«Economía circular: directrices sobre modelos de negocio y cadenas de valor». Esta incluía lecciones aprendidas sobre actividades de la cadena de valor como el diseño circular, la logística inversa, la ampliación de la vida útil de los productos y la gestión de recursos.
El socio Gorenje sigue recopilando datos de sus electrodomésticos de pago por uso para futuras innovaciones, con una implantación comercial completa prevista para 2024.
Mientras tanto, la «gestión como servicio» de C-ECO para núcleos de automoción es ya una parte vital de su cartera de productos. Los dos probadores del demostrador siguen utilizándolo, acompañados por más de siete mil talleres de automoción y una empresa de nueva creación.
«Como este enfoque ha despertado interés más allá de la industria automovilística, C-ECO sigue trabajando en la adaptación del servicio y en el desarrollo de nuevas funciones para aprovechar ese potencial en otros sectores, en parte dentro del proyecto (DiCiM), que recibe el apoyo de la Unión Europea», concluye Asif.