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Prevenir la pérdida de biodiversidad es un gran reto. Por ejemplo, cada año se destruyen unos diez millones de hectáreas de bosque en todo el mundo, sobre todo debido a la agricultura y la urbanización. Los bosques restantes siguen amenazados por la contaminación y el cambio climático.
«En torno al 16 % de los bosques de todo el mundo están en climas templados moderados, incluidos los de las regiones europeas muy pobladas», explica Kris Verheyen, director del Forest & Nature Lab en la Universidad de Gante (Bélgica) e investigador principal del proyecto underSCORE, financiado con fondos europeos.
«Los bosques templados se reconocen por su elevada proporción de especies de árboles caducifolios. Sin embargo, más del 80 % de la biodiversidad forestal se halla en el sotobosque, la capa de vegetación que recubre el suelo».
Esta capa de vegetación desempeña varias funciones esenciales: presta apoyo a los insectos polinizadores y facilita el ciclo de los nutrientes y la regeneración de los árboles. Sin embargo, a pesar de ello, las principales partes interesadas —responsables políticos, gestores forestales, científicos y académicos— a veces no tienen en cuenta la importancia ecológica del sotobosque, debido, en parte, a que en la actualidad no existen herramientas que permitan modelar y predecir con precisión el impacto de la pérdida de biodiversidad en este plano.
Gestión forestal informada
Para subsanar esta falta de conocimientos, este proyecto, que contó con el apoyo del Consejo Europeo de Investigación ,comenzó por distribuir un cuestionario a 800 responsables de la toma de decisiones en Europa. El objetivo de esta encuesta era determinar los factores principales que sustentan las decisiones de gestión forestal y evaluar en qué medida se tiene en cuenta el sotobosque al tomar dichas decisiones.
«También preguntamos acerca del tipo de herramientas que utilizan los responsables de la toma de decisiones ante la incertidumbre», afirma Haben Blondeel, investigador del Forest & Nature Lab en la Universidad de Gante. «Nos interesaban especialmente los sistemas de apoyo a la toma de decisiones (DSS, por sus siglas en inglés)».
Los DSS son herramientas informáticas que combinan bases de datos, modelos y entradas definidas por el usuario para predecir un resultado a medida a fin de respaldar un proceso de toma de decisiones. El equipo del proyecto descubrió que el conjunto de encuestados no conocía los DSS relacionados con el sotobosque. «Sin estas herramientas dinámicas, predecir el cambio de la biodiversidad de las plantas forestales de cara al futuro es como caminar entre tinieblas», añade Blondeel.
Por ello, el equipo del proyecto decidió desarrollar un prototipo funcional de un DSS basado en la web (denominado UnderSCORE) para apoyar a los responsables de la toma de decisiones que se enfrentan a la incertidumbre a la hora de conservar y gestionar los bosques. Se aplicaron indicadores desde los niveles de contaminación por nitrógeno hasta la densidad del dosel forestal a un conjunto de datos de unos 4 000 estudios de vegetación en bosques de la Europa templada.
«El nombre “UnderSCORE” destaca la necesidad de tener en cuenta el sotobosque, que no se tiene en cuenta», explica Mike Perring, investigador del Forest & Nature Lab en la Universidad de Gante y del Centre for Ecology & Hydrology en el Reino Unido. «También refleja sus resultados: puntuaciones fáciles de comprender para los distintos indicadores. Los usuarios pueden comparar estas puntuaciones entre contextos ambientales y de gestión, así como a lo largo del tiempo».
En la actualidad, el prototipo de DSS puede utilizarse para comparar las tendencias medias entre las regiones de Europa para que los gestores forestales evalúen la salud del sotobosque. «Tenemos previsto ampliar este esfuerzo mediante modelos matemáticos basados en procesos y más datos medioambientales asociados a los lugares», añade Perring.
Facilitar la conservación de la biodiversidad
El prototipo de DSS en línea se lanzó en diciembre de 2020 y se envió a las 800 partes interesadas que respondieron al cuestionario. «Desde entonces, UnderSCORE no ha parado», afirma Verheyen. «Un nuevo doctorando está llevando a cabo un análisis en profundidad de los resultados de DSS. Esta información servirá para actualizar los DSS».
Verheyen cree también que el proyecto ha contribuido a concienciar sobre el sotobosque y la necesidad de incluirlo en la gestión forestal. Varios académicos, por ejemplo, utilizan ahora el DSS de UnderSCORE en sus planes de estudio como ejemplo de planificación innovadora.
«Un resultado sorprendente de nuestro cuestionario fue la unanimidad con la que los responsables de la toma de decisiones de toda Europa indicaron que la biodiversidad, la regeneración forestal y el cambio climático son una prioridad en la agenda», señala Verheyen. «Los objetivos puramente económicos, como la calidad de la madera o su cantidad, recibieron calificaciones de importancia neutra, lo que demuestra que los objetivos de los tomadores de decisiones sobre la gestión forestal no entran en conflicto entre países y sectores, algo alentador para la conservación de la biodiversidad a escala continental».