Skip to main content
European Commission logo
Research and Innovation

Proteger a Europa de los futuros riesgos químicos

En 2050, la población mundial ascenderá a nueve mil millones de personas, y tres cuartas partes de ellas vivirán en zonas urbanas. La presión ejercida sobre los ecosistemas debida al crecimiento demográfico, la urbanización y el cambio climático alcanzará su punto máximo. El equipo del proyecto ECORISK2050, financiado con fondos europeos, se propuso abordar la tarea enorme de la gestión del futuro riesgo ambiental de los productos químicos ante el cambio climático mundial.

©TensorSpark #703371085 | source: stock.adobe.com

PDF Basket

Ningún artículo seleccionado

Financiado por el programa Redes Innovadoras de Formación de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, en ECORISK2050 se reunió a un equipo de trece estudiantes europeos de doctorado para explorar la relación entre el cambio climático y los riesgos ambientales de las sustancias químicas de preocupación emergente, como los plaguicidas y los productos farmacéuticos. Además, esta iniciativa se dedicó a educar a una nueva ola de científicos medioambientales, preparados para afrontar los retos climáticos del futuro.

El coordinador del proyecto, Paul van den Brink, destaca la importancia que tienen los investigadores noveles: «Fueron nuestros estudiantes de doctorado europeos quienes desarrollaron experimentos y modelos de previsión basados en escenarios para predecir los efectos interactivos del cambio climático y las sustancias químicas presentes en el medio ambiente».

Comprender la dinámica ambiental

El principal objetivo del proyecto era evaluar cómo se transforman los riesgos ambientales de estas toxinas bajo las presiones ejercidas sobre el medio ambiente [incluidas las específicas de las regiones de la Unión Europea (UE)], y cómo podrían evolucionar estas interacciones en distintos escenarios de cambio climático. Para comprender la posible escalada de los riesgos químicos para la salud humana y los ecosistemas era fundamental realizar una evaluación exhaustiva.

En segundo lugar, el equipo de ECORISK2050 pretendía determinar con precisión las estrategias eficaces de adaptación y mitigación que pudieran aplicarse en un futuro próximo o a medio plazo. Y, por último, la iniciativa se centró en la creación de un juego de herramientas integral tanto para los líderes de la industria como para los responsables políticos, de modo que puedan evaluarse y gestionarse los futuros riesgos químicos.

Para lograr estos objetivos, los estudiantes de doctorado profundizaron en las revisiones bibliográficas, realizaron experimentos y analizaron datos para proteger el agua y el suelo frente a la doble amenaza del cambio climático y la contaminación química. Y más allá del mundo académico, el equipo de ECORISK2050 también colaboró con consultores, agentes de la industria y responsables políticos para abordar la intrincada red de factores de estrés ambiental originados por las actividades humanas.

El método se estructuró en torno a paquetes de trabajo centrados en distintos aspectos de la gestión de riesgos ambientales, como escenarios, exposición, efectos, riesgos y mitigación, y difusión y acercamiento a la sociedad.

Estrategias pioneras de mitigación

En el núcleo de la metodología se encuentran estrategias sólidas de modelización del riesgo. Al amalgamar las fuentes de datos anteriores y construir nuevos modelos basados en escenarios, los investigadores podrían prever la exposición a sustancias químicas en el medio ambiente en escenarios de cambio climático diversos.

Con la evaluación se exploraron los cambios previstos en estos procesos, haciendo hincapié en la amenaza creciente que estas sustancias químicas suponían para la salud pública y el bienestar de los ecosistemas.

«El destino y los efectos de las sustancias químicas se ven alterados por los cambios de uso y temperatura», añade van den Brink. «Pero no siempre de la misma manera: depende del contexto».

Centrándose en paisajes del norte y el sur de Europa, el equipo de ECORISK2050 examinó la presencia de sustancias como el ibuprofeno en las aguas residuales, la coexistencia de microplásticos y fármacos en el suelo y el impacto de plaguicidas y fungicidas. Aunque en el proyecto se sentaron las bases para futuros estudios sobre herbicidas y productos de limpieza domésticos, también puso de relieve la importancia de mejorar la calidad de los datos para que las estrategias de gestión de riesgos sean eficaces. A medida que aumentan la urbanización y el cambio climático, se hace imperiosa la necesidad de soluciones basadas en datos para reducir el impacto químico en el medio ambiente y la salud humana.

Los resultados fueron impresionantes, e incluyeron el desarrollo de varias herramientas destinadas a abordar las emisiones químicas, la exposición, los efectos y la mitigación tanto en entornos agrícolas como acuáticos, a medida que se adaptan a las condiciones climáticas en constante cambio. Otras estrategias exploradas fueron el diseño de productos químicos ecológicos y las tecnologías de eliminación de contaminantes de las aguas residuales.

Al dotar a las partes interesadas de los recursos adecuados, en ECORISK2050 se espera promover una toma de decisiones políticas informada y una gestión proactiva de los riesgos.

«La transición hacia un futuro seguro y sostenible exige cambios tanto sociales como institucionales», concluye van den Brink, «equilibrar los beneficios del uso de las sustancias químicas y la necesidad de sostenibilidad y seguridad. Los riesgos futuros también pueden mitigarse mediante los cambios de comportamiento y la sustitución de productos químicos por alternativas más seguras».

Un legado doble

En esta iniciativa ambiciosa se ha definido cómo entendemos, gestionamos y mitigaremos los riesgos asociados a los contaminantes químicos, lo que garantiza un futuro más seguro y sostenible para todos. Y sus hallazgos se han presentado en numerosas conferencias, entre ellas las de la Sociedad de Química y Toxicología Ambiental y la Sociedad Internacional de Limnología.

Tal vez una de las contribuciones más significativas de ECORISK2050 sea la formación de una nueva generación de científicos medioambientales, dotados ahora de los conocimientos y aptitudes necesarios para desenvolverse en este panorama cambiante.

PDF Basket

Ningún artículo seleccionado

Datos del proyecto

Acrónimo del proyecto
ECORISK2050
Número del proyecto
813124
Quién coordina el proyecto: Países Bajos
Quién participa en el proyecto:
Austria
Israel
Países Bajos
Noruega
España
Suecia
Reino Unido
Coste total
€ 3 596 088
Contribución de la UE
€ 3 596 088
Duración
-

Véase también

More information about project ECORISK2050

All success stories