Skip to main content
European Commission logo

Nuevas variedades de tomate resistentes al calor ante el cambio climático

El tomate es tan apreciado que es el cultivo vegetal más importante del mundo, pero el aumento de temperaturas pone en un riesgo patente a esta fuente de alimento vital. El proyecto financiado con fondos europeos TomGEM identificó variedades nuevas con mayor tolerancia al calor para lograr que a nadie le falte el tomate en su comida por muchos años que pasen.

©Marcin #135547767, source: stock.adobe.com 2021

PDF Basket

Ningún artículo seleccionado

Todos hemos oído a padres y abuelos recordar con añoranza el sabor que tenían antes los tomates. Si bien esto podría deberse a la nostalgia, la verdad es que, si no se ponen los medios, pronto podríamos decir lo mismo a nuestros nietos. En los últimos años, el aumento de la temperatura en toda Europa ha provocado una reducción del 80 % de la producción de tomate. Lo que se intenta ahora es mantener la estabilidad de la producción en condiciones de temperatura desfavorables sin perjuicio para la calidad.

Este contexto es la razón de ser del proyecto financiado con fondos europeos TomGEM. Sus miembros se propusieron diseñar variedades de tomates resistentes al calor e idear nuevas prácticas de gestión agrícola que tengan en cuenta el cambio climático. «TomGEM parte de las capacidades y los conocimientos complementarios de laboratorios de renombre internacional y fitogenetistas y productores de tomates experimentados. Juntos investigamos los efectos de una mayor temperatura en la organogénesis floral, la fertilidad del polen, la fructificación, el crecimiento del fruto y el comportamiento ras la cosecha», afirma Mondher Bouzayen, profesor de biotecnología en el Instituto Politécnico Nacional de Biotecnología de Francia en Toulouse.

Las temperaturas ideales para el crecimiento del tomate van de los 21 a los 29 °C durante el día y de los 18 a los 21 °C durante la noche. Las temperaturas fuera de estos rangos repercuten en la fructificación y la calidad. Tal y como indica Bouzayen, muchos estudios relacionan un aumento de las temperaturas con un descenso de la producción. Dicho de otro modo, la única solución es identificar genotipos de tomates capaces de soportar e incluso prosperar con temperaturas más desfavorables.

Vías hacia una mayor producción

«Nuestros equipos pudieron acceder a una gran colección de germoplasma de tomate de todo el planeta. Estudiamos más de dos mil genotipos que se corresponden a variaciones naturales o inducidas en distintas ubicaciones y evaluamos su rendimiento en situaciones de estrés térmico. Para lograrlo, empleamos un conjunto común de parámetros medioambientales y descriptores fenotípicos», explica Bouzayen.

Los resultados de esta gran investigación se almacenaron en PhenoTomGEM, una base de datos web utilizada por todos los socios del proyecto. Entre los datos se puede consultar no solo una lista de gran importancia de genotipos superiores con una tolerancia alta al estrés térmico y amplia estabilidad térmica, sino también nuevos genes y marcadores que ayudarán a los fitogenetistas a crear variedades de tomate mejor adaptadas a una mayor temperatura.

Se seleccionó un total de dieciocho genotipos, siete de los cuales mostraron un rendimiento sobresaliente en los tres países en los que se probaron: Bulgaria, España e Italia. Pero eso no es todo: el equipo del proyecto también reveló lo que denominaron el «equipo de herramientas más potente», una lista de determinantes de la fertilidad del polen cuando hace mucho calor. Dichas herramientas podrían servir de punto de partida para el desarrollo de variedades más resistentes al calor. Otros resultados del proyecto incluyen una plataforma para acelerar la búsqueda de genes candidatos (TomExpress), un estudio de 4 000 mutantes del tomate, un bioestimulante vegetal capaz de aumentar la tolerancia del tomate a temperaturas elevadas, un conjunto de buenas prácticas de gestión y dos nuevos híbridos de tomate que ya han despertado el interés del sector. La variedad del proyecto «Aleno sartse» (corazón escarlata) ganó incluso el galardón a la innovación en la XXVII Muestra Agrícola Internacional de 2018.

En resumidas cuentas, TomGEM es un potosí de información para aquellos interesados en garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de tomates sabrosos en cantidades suficientes. Tal y como afirma el propio Bouzayen: «ahora conocemos mejor la genética relacionada con la susceptibilidad y la tolerancia a temperaturas más altas. Descubrimos señales en el genoma del tomate que ayudarán a los fitogenetistas a crear variedades con una mayor tolerancia térmica e ideamos prácticas de gestión innovadoras mejor adaptadas a los cultivares nuevos y las cambiantes condiciones de crecimiento».

PDF Basket

Ningún artículo seleccionado

Datos del proyecto

Acrónimo del proyecto
TomGEM
Número del proyecto
679796
Quién coordina el proyecto: Francia
Quién participa en el proyecto:
Argentina
Bulgaria
Alemania
Italia
España
Taiwan
Reino Unido
Coste total
€ 5 671 945
Contribución de la UE
€ 4 993 506
Duración
-

Véase también

More information about project TomGEM

All success stories