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El cáncer de ovario es una de las neoplasias malignas más comunes entre las mujeres europeas: solo en 2020, se diagnosticaron cerca de 68 000 casos nuevos. Uno de los principales retos a la hora de tratar esta enfermedad radica en que la mayoría de los diagnósticos, hasta un 70 %, se efectúan cuando el cáncer ya se encuentra en un estadio avanzado.
Este hecho tiene repercusiones de calado a la hora de garantizar el éxito del tratamiento.
«Si se diagnostica tarde, la tasa de supervivencia a 5 años de las mujeres con cáncer de ovario es inferior al 30 %», afirma la coordinadora del proyecto EARLYDETECT, Paula Mendes, de la Universidad de Birmingham (el Reino Unido).
«Sin embargo, si la enfermedad se detecta a tiempo, más del 90 % de las pacientes sobrevivirán, incluso con las variantes más malignas y graves de este tipo de cáncer».
Detección precoz del cáncer
Por lo tanto, la detección precoz del cáncer de ovario antes de que se propague es absolutamente fundamental. Así las cosas, las herramientas de cribado actuales no han permitido lograrlo de forma consistente.
«La proteína sérica CA125 es el marcador tumoral más empleado para su diagnóstico —explica Mendes—. Sin embargo, tiene una sensibilidad y especificidad limitadas: solo permite detectar cerca del 50 % de los casos en estadio 1».
Por este motivo, Mendes y su equipo investigaron nuevos métodos para detectar el cáncer de ovario de forma rápida y precisa. Para ello, decidieron adoptar un enfoque diferente.
«Sabíamos que el cáncer de ovario está relacionado con alteraciones en los hidratos de carbono de las glucoproteínas secretadas —agrega Mendes—. Así que pensamos que podrían servir como biomarcadores tempranos del cáncer de ovario».
Las glucoproteínas son moléculas formadas por proteínas e hidratos de carbono que participan en una gran variedad de funciones fisiológicas como, por ejemplo, la inmunidad.
No obstante, este conocimiento aún no se había aplicado en el entorno clínico. La buena noticia es que, en el marco de un proyecto anterior financiado con fondos europeos GLYCOSURF, Mendes y su equipo lograron desarrollar un método para discriminar claramente diferentes estructuras integrales de hidratos de carbono.
Este descubrimiento se capitalizó en EARLYDETECT en pos de crear un nuevo proceso que permitiera cuantificar e identificar con precisión los hidratos de carbono asociados con el cáncer de ovario.
Mejora drástica del procedimiento de diagnóstico habitual
Una vez finalizado con éxito el proyecto EARLYDETECT, Mendes y su equipo trabajan ahora en la validación clínica de la eficacia de la tecnología para detectar el cáncer de ovario, con el apoyo de la organización benéfica Cancer Research UK.
«Creemos que esta tecnología podría cambiar de forma drástica el procedimiento de diagnóstico habitual del cáncer de ovario, ya que permite detectar con precisión la enfermedad en un estadio inicial», comenta Mendes.
«Esto augura enormes beneficios sanitarios y económicos. Detectar el cáncer de ovario antes de que se propague mejorará de forma notable el desenlace clínico, ya que los tratamientos son mucho más eficaces en estadios iniciales, y gracias a ello se podrán salvar más vidas».
El diagnóstico precoz no solo conlleva los beneficios de la supervivencia a largo plazo, sino que también posibilita un mayor número de opciones de tratamiento, muchas de las cuales tienen un menor efecto en la calidad de vida de una mujer. Es más, el tratamiento satisfactorio y oportuno de la enfermedad implica una menor carga para los sistemas sanitarios.
«Los costes de tratar a una mujer con cáncer de ovario en estadio inicial son notablemente inferiores que los costes de tratar a una mujer con la enfermedad en estadio avanzado —concluye Mendes—. Además, nuestro ensayo será asequible y podrá ser utilizado por el médico de cabecera, lo que reducirá la carga que acarrean las derivaciones a especialistas y los caros procedimientos de diagnóstico».