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Research and Innovation

Mejores normas y certificaciones para un éxito mayor de los bioproductos

Europa necesita más bioproductos para garantizar que las futuras generaciones hereden una sociedad sostenible, pero su éxito solo puede basarse en la confianza. El proyecto financiado con fondos europeos STAR-ProBio conoce los retos futuros. Se ideó un marco para crear mejores etiquetas, normas y certificaciones que permitan lograr esa confianza y beneficiar los ciudadanos de la Unión Europea.

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No hay alternativa. Si el mundo debe dejar de ser un cubo de basura gigante, tendremos que hacer la transición hacia los bioproductos. Esto significa eliminar progresivamente los productos de origen fósil en favor de los materiales vegetales y derivados de residuos, construir biorrefinerías que utilicen recursos renovables para sustituir a las contaminantes y hacer la transición hacia una economía centrada en la circularidad.

El número de retos que hay por delante pueden marear a cualquiera, pero proyectos como STAR-ProBio, financiado con fondos europeos, han estado abordándolos de frente. «Nuestro proyecto se centró en programas de evaluación de la sostenibilidad (etiquetas, normas y certificaciones), así como en las incertidumbres relacionadas con la absorción por el mercado», comenta Piergiuseppe Morone, profesor de Política Económica en la Universidad de Roma Unitelma Sapienza y coordinador del proyecto.

Para la primera cuestión, el equipo del proyecto identificó una serie de indicadores ambientales, sociales y económicos que abarcan el uso del suelo y la transición de unos modelos de producción lineal a unos circulares. Respecto a la segunda, investigó factores impulsores que podrían llevar tanto a los consumidores como a los productores a acoger con gran satisfacción los bioproductos, los cuales incluyen aspectos específicamente relacionados con los programas de sostenibilidad. Tal y como explica Morone: «Llevamos a cabo una encuesta en tres rondas con un amplio grupo de consumidores y profesionales. Esto nos ayudó a determinar cómo piensan y cómo este pensamiento influye en sus decisiones de compra. Además, llevamos a cabo un experimento con 360 consumidores en una filial de una empresa multinacional que vende muebles, accesorios y artículos de uso doméstico en Italia».

Un camino hacia la aceptación de los consumidores

Los resultados de este experimento son bastante esclarecedores. Muestran la existencia de una «prima verde», es decir una mayor disposición de los consumidores a pagar más por bioproductos que por productos convencionales, así como una «prima por certificación verde», lo cual significa que están dispuestos a pagar incluso más por bioproductos certificados de lo que pagan por los que carecen de certificación. «El experimento también muestra que la demanda de productos convencionales, como por ejemplo el jabón de manos, las bolsas para alimentos o los lápices de colores, en general es más elástica que la demanda de bioproductos y bioproductos certificados. Esto significa que la introducción de una mezcla de instrumentos que combine una ecoetiqueta basada en una certificación de sostenibilidad, un impuesto sobre los productos convencionales y una subvención para productos sostenibles certificados podría respaldar la absorción por el mercado de los bioproductos sostenibles certificados», señala Morone.

A medida que el proyecto avanzaba en su labor, los hallazgos de STAR-ProBio se sometieron constantemente a la evaluación de responsables políticos, organizaciones no gubernamentales (ONG), agentes de la cadena de valor y asociaciones de consumidores. Este trabajo se desarrolló a lo largo de tres años y dio lugar al marco SAT-ProBio, un anteproyecto de programas de certificación de sostenibilidad para bioproductos. Tal y como aclara Morone: «El marco incluye dos herramientas clave: la Herramienta de Certificación de Sostenibilidad (SCT, por sus siglas en inglés), que describe la metodología de SAT-ProBio y sus fundamentos a fin de que el marco pueda integrarse en el panorama actual de certificación, mientras que la Herramienta de Evaluación Integrada (IAT, por sus siglas en inglés) orienta a las empresas a la hora de evaluar bioproductos específicos. Al utilizarla, las empresas pueden determinar ámbitos de mejora relacionados con treinta y tres aspectos de la sostenibilidad, basados en cuarenta y ocho indicadores diferentes».

El proyecto finalizó en abril de 2020, pero el trabajo ha continuado desde entonces para acelerar la creación de normas para bioproductos. La última contribución del consorcio es un proceso de prenormalización creado en torno a la IAT en diciembre de 2020 en colaboración con el organismo nacional de normalización de Italia. Se espera que este proceso finalice y se publique a finales de 2021.

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Datos del proyecto

Acrónimo del proyecto
STAR-ProBio
Número del proyecto
727740
Quién coordina el proyecto: Italia
Quién participa en el proyecto:
Austria
Bélgica
Alemania
Grecia
Italia
Países Bajos
Polonia
España
Suecia
Suiza
Reino Unido
Coste total
€ 5 306 371
Contribución de la UE
€ 4 983 871
Duración
-

Véase también

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