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La investigación flexible conduce a una prueba PCR de bolsillo para la COVID-19

Mientras los investigadores estaban ocupados desarrollando un dispositivo portátil para detectar rápidamente biomarcadores que guiaran el tratamiento del cáncer de pulmón, sobrevino la pandemia. Al darse cuenta de que su dispositivo podía adaptarse para detectar coronavirus, los investigadores reorientaron su trabajo. El resultado fue el dispositivo PCR portátil más pequeño del mercado.

© STABVIDA, 2022

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A veces, en las investigaciones se empieza intentando resolver un problema y se acaba solucionando otro. El proyecto LungCARD, que se llevó a cabo con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, es un ejemplo de ello.

Al principio, el equipo del proyecto se propuso desarrollar una tecnología de prueba diagnóstica acompañante de cabecera para guiar el tratamiento de los enfermos de cáncer de pulmón. «El cáncer de pulmón es el más frecuente en todo el mundo», comenta Orfeu Flores, director general de STAB VIDA, empresa coordinadora del proyecto.

Según Flores, el carcinoma pulmonar no microcítico (CPNM) representa el 75 % de todos los cánceres de pulmón. «El tipo de tratamiento que recibe un paciente depende en gran medida de los ensayos de mutación —explica—. Estos consisten en examinar al paciente en busca de biomarcadores específicos, en este caso mutaciones del gen receptor del factor de crecimiento epidérmico (RFCE)».

Tradicionalmente, este cribado se realiza de varias maneras, incluidas las tecnologías de amplificación del ADN como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) y la amplificación isotérmica mediada por bucle (LAMP, por sus siglas en inglés), ambas para detectar la presencia de mutaciones específicas en el tumor. El problema de este método es que requiere una biopsia, un procedimiento al que muchos pacientes con cáncer de pulmón están demasiado enfermos para someterse.

«Al desarrollar un sistema automático que puede detectar las mutaciones del RFCE mediante un simple análisis de sangre, pudimos eliminar la necesidad de realizar una biopsia para analizar este receptor», recalca Flores.

Un doctor en la sala

Aunque este descubrimiento inicial de LungCARD demostró mayor capacidad para detectar los biomarcadores oportunos, aún se podía mejorar más. Por ello, el equipo de STAB VIDA volvió a la fase de diseño.

En esa ocasión, el objetivo era convertir LungCARD en una prueba completa para detectar rápida e inmediatamente mutaciones del RFCE, lo que ayudaría a los médicos a seleccionar con precisión el mejor tratamiento para los pacientes con CPNM.

«El resultado de esta investigación es Doctor Vida, un dispositivo portátil y de bolsillo que se puede controlar desde cualquier teléfono inteligente», añade Flores.

Mientras se llevaban a cabo los ensayos clínicos de Doctor Vida, enfocados a la detección inmediata de RFCE, estalló la pandemia de COVID-19. «Enseguida nos dimos cuenta de que nuestro dispositivo tenía potencial para diagnosticar esta nueva enfermedad, así que cambiamos nuestro objetivo», señala Flores.

En la actualidad, Doctor Vida Pocket es el dispositivo PCR portátil más pequeño del mercado para el diagnóstico de la COVID-19. «Se trata de un kit todo en uno sin precedentes para la recogida de muestras y la realización de pruebas que ofrece resultados a través de una aplicación móvil en menos de una hora», destaca Flores.

Doctor Vida Pocket está disponible actualmente en todos los continentes, no solo para diagnosticar la COVID-19, sino también para el cribado de la intolerancia a la lactosa y al gluten y para la detección de virus, como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el virus del papiloma humano (VPH), y de bacterias, como la legionela.

Además, este dispositivo también es utilizado por veterinarios para llevar a cabo pruebas rápidas y cómodas de enfermedades animales, o para detectar virus de la patata, como es el caso del Centro Internacional de la Papa, en Perú.

Del cáncer de pulmón a la COVID-19

Flores afirma que el proyecto es un ejemplo de la importancia de la flexibilidad en la investigación. «Empezamos con una tecnología para guiar el tratamiento del cáncer de pulmón y acabamos utilizando otra para diagnosticar la COVID-19», explica Flores.

El equipo de STAB VIDA continúa desarrollando el dispositivo Doctor Vida Pocket, adaptándolo a diferentes tipos de muestras, como sangre y plasma. La empresa también trabaja en el dispositivo LungCARD original, centrándose en el diseño de una nueva estrategia experimental para detectar mutaciones de interés para el cáncer de pulmón.

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Datos del proyecto

Acrónimo del proyecto
LungCARD
Número del proyecto
734790
Quién coordina el proyecto: Portugal
Quién participa en el proyecto:
Polonia
Portugal
Serbia
España
Turquía
Reino Unido
Coste total
€ 1 039 500
Contribución de la UE
€ 976 500
Duración
-

Véase también

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