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No es habitual que se hable sobre el cáncer y las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) en la misma página. Las ETD son enfermedades infecciosas crónicas que afectan de forma desproporcionada a las comunidades pobres y marginadas de los países en desarrollo, y apenas son atractivas para el desarrollo de tratamientos innovadores.
Por otra parte, el cáncer es un problema sanitario mundial, del que se diagnostican unos dieciocho millones de casos al año; es la segunda causa principal de mortalidad en los países de la Unión Europea (UE), después de las enfermedades cardiovasculares; y cada año se gastan miles de millones de euros en desarrollar y aplicar tratamientos contra esta enfermedad.
Sin embargo, el proyecto VAHVISTUS, llevado a cabo con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, encierra potencial para luchar contra ambos tipos de enfermedades.
De los flebótomos al cáncer
Las leishmaniosis son un grupo de enfermedades relacionadas causadas por un protozoo unicelular, que se transmiten por flebótomos y suelen causar lesiones cutáneas abundantes y dolorosas.
Tal como señala el coordinador del proyecto VAHVISTUS, Andriy Grafov, de la Universidad de Helsinki (Finlandia): «Las leishmaniosis afectan a 98 países. Se calcula que cada año se producen entre 700 000 y 1 millón de casos nuevos».
La forma más grave de leishmaniosis mata a hasta 30 000 personas al año, lo que la convierte en la segunda enfermedad parasitaria más mortífera después del paludismo.
Sorprendentemente, la lucha contra la leishmaniosis podría solaparse con los esfuerzos para desarrollar tratamientos más eficaces contra el cáncer. «Dentro de la célula, las proteínas destinadas a ser secretadas se mueven a través de lo que se denomina “vía secretora” —explica Grafov—. Este mecanismo puede ser a veces una puerta trasera para una serie de infecciones. Podría ser que fármacos antiparasitarios eficaces posean también una actividad antineoplásica esencial».
Asimismo afirma: «Queríamos ver si podíamos desarrollar lo que se denominan “nanoestructuras vectoriales de fármacos” (DVN, por sus siglas en inglés), capaces de actuar tanto contra los tumores como contra las ETD».
Aislamiento de nuevos compuestos de la Amazonía
El equipo del proyecto VAHVISTUS, financiado con fondos europeos, se centró en la administración adaptativa de fármacos dirigidos a células, tumorales o infectadas por parásitos.
Grafov y su equipo empezaron por determinar varios posibles fármacos candidatos. El equipo del proyecto examinó todo el proceso, desde el desarrollo de estos nuevos fármacos hasta su administración selectiva y adaptable.
Se prepararon nuevos compuestos activos y fórmulas contra leishmaniosis, que igualmente se ampliaron y se prepararon para la producción. Se desarrollaron DVN que podían ofrecer propiedades antiparasitarias y antineoplásicas. A continuación, se llevaron a cabo evaluaciones preclínicas de las DVN eficaces.
El equipo del proyecto consiguió identificar compuestos antineoplásicos eficaces, aislados de plantas endémicas de Marruecos y la Amazonía. Estos agentes se modificaron y desarrollaron en formulaciones médicas eficaces.
«Este proyecto se centraba en desarrollar nuevos tratamientos contra el cáncer y las ETD, y hemos avanzado en este sentido —apunta Grafov—. Sin embargo, sin esperarlo, también pudimos identificar propiedades antineurodegenerativas en varios de los compuestos activos. Esto podría ser importante, teniendo en cuenta el envejecimiento de la población mundial y la creciente importancia del tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas en las personas mayores».
Otro éxito clave del proyecto ha sido el desarrollo de nuevas competencias profesionales entre los científicos de la UE. Para ello fue fundamental la presencia de un socio brasileño.
«Esto permitió a nuestros científicos participar directamente en estudios y experimentos en la región amazónica —afirma Grafov—. También contamos con socios de fuera de la comunidad científica, que nos ayudaron a demostrar y validar nuestros hallazgos en entornos industriales reales».
Aunque aún faltan algunos años para la comercialización de los compuestos activos identificados, este será sin duda el objetivo de futuras iniciativas.
«VAHVISTUS fue una oportunidad fantástica para impulsar la colaboración internacional y hacer avanzar la investigación científica colaborativa, sobre todo en ámbitos nuevos —señala Grafov—. Se ha reforzado la colaboración dentro del proyecto y estamos preparando nuestras próximas propuestas de proyectos colaborativos».
En conjunto, gracias a los resultados de sus investigaciones, el proyecto ha contribuido al desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer basados en la nanomedicina, con las consiguientes repercusiones positivas para la salud de los ciudadanos de la UE.
Los resultados de investigación más destacados del proyecto dieron lugar a la preparación de tres patentes nacionales, mientras que la comercialización de los resultados del proyecto podría mejorar aún más la competitividad de la industria farmacéutica europea.