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Según la Organización Mundial de la Salud, más de 430 millones de adultos en el mundo sufren pérdida de audición discapacitante, es decir, más del 5 % de la población mundial. Para 2050, se prevé que esta cifra supere los 900 millones. La pérdida de audición (hipoacusia) entre leve y moderada puede tratarse con audífonos, mientras que la entre moderada y grave requiere implantes cocleares, que estimulan directamente el nervio auditivo.
«La hipoacusia no recibe la atención que debería —afirma Filiep Vanpoucke, coordinador del proyecto MOSAICS—. Las cifras son preocupantes: solo el 5-10 % de los adultos y ancianos que se beneficiarían de un implante coclear lo tienen».
Comprender las variaciones
A pesar de la eficacia de los implantes cocleares, la disparidad de su éxito entre los usuarios es considerable, lo que repercute en sus interacciones sociales, su independencia y su capacidad para trabajar.
Comprender las razones de ello era fundamental. El objetivo de MOSAICS era mejorar la vida de las personas con hipoacusia mediante una investigación exhaustiva de medidas objetivas, datos neurocognitivos, impacto social y adaptación de implantes cocleares.
«Hay muchos obstáculos para que las personas adopten un producto sanitario —explica Vanpoucke—. Y cuando lo hacen, cuesta tiempo y esfuerzo acostumbrarse al nuevo sonido». En MOSAICS se pretendía comprender las razones subyacentes a que la misma tecnología de implante coclear no de los mismos resultados a todos los usuarios.
Se centró en la colaboración entre el mundo universitario y la industria, lo que permitió a los investigadores del Centro Médico de la Universidad Radboud (los Países Bajos), un centro de investigación auditiva de renombre mundial, cooperar con Cochlear Ltd, uno de los principales fabricantes de tecnologías auditivas implantables.
El proyecto, ejecutado a través de las acciones Marie Skłodowska-Curie, respaldó a cuatro investigadores noveles durante tres años. Cada uno se centró en un aspecto distinto: el diagnóstico de daños en el oído interno con técnicas electrofisiológicas; el papel de la cognición como apoyo a la audición; el análisis de datos para evaluar la coherencia de la adaptación del dispositivo y su impacto; y las consecuencias de un mal funcionamiento del implante coclear en la calidad de vida de los usuarios.
Los investigadores noveles de MOSAICS no solo contribuirán a los resultados sanitarios, sino que, gracias a su amplia formación, se convertirán en futuros líderes en este campo.
Escuchar los resultados
En MOSAICS se destacó la necesidad de evaluaciones más exhaustivas del oído interno y sus conexiones neuronales, así como de la intrincada relación entre la exposición al ruido y los procesos cognitivos.
La investigación sobre la predicción de los resultados de los implantes cocleares reveló los retos que afrontan los médicos para predecir exactamente las respuestas de los pacientes, agrega Vanpoucke: «Nuestros resultados mostraron que los médicos predicen bastante bien el rendimiento medio de una persona con un implante coclear, pero bregan a la hora de predecir la dispersión de los datos».
Por último, los resultados señalaron la importancia de la personalización en la configuración y adaptación de los dispositivos, lo que reveló la importancia de proporcionar herramientas y aplicaciones para la formación continua en el entorno doméstico de las personas.
Esta iniciativa colaborativa aportó descubrimientos importantes y ofreció oportunidades de aprendizaje indispensables para los estudiantes posdoctorales participantes. Al tender puentes entre el mundo universitario y la industria, adquirieron un mejor conocimiento de la audiología y de las distintas salidas profesionales a su alcance.
«Las acciones Marie Curie permite a universidades, instituciones asistenciales y empresas colaborar en problemas difíciles de una forma muy diferente, centrándose en el desarrollo de nuevos científicos. Es algo único», observa Vanpoucke.
El equipo de MOSAICS también participó en diferentes simposios y publicaciones, que aportaron conocimientos valiosos. Sin embargo, el resultado más importante de los tres años de investigación radica en su potencial para mejorar la vida de las personas con hipoacusia al comprender mejor los factores que afectan a los implantes cocleares.