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Catalización de la industria química ecológica en toda Europa

La bioeconomía ofrecerá nuevas oportunidades de empleo sostenible a los ciudadanos de Europa. Sin embargo, algunas regiones tienen poca experiencia o conocimientos escasos sobre cómo dejar atrás los combustibles fósiles. El proyecto financiado con fondos europeos POWER4BIO ayuda a compartir mejores prácticas y a proporcionar orientación para que ninguna región de Europa se quede atrás.

©Konstiantyn #126216129, source: stock.adobe.com 2022

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La química ecológica consiste en el uso de fuentes renovables como los cultivos, los bosques y los microorganismos para producir materiales y energía. Los bioproductos incluyen los bioplásticos y la ropa biodegradable, así como los fertilizantes y los productos químicos de base biológica. Al abandonar nuestra dependencia de los combustibles fósiles, podemos proteger mejor nuestra biodiversidad y el medio ambiente.

Esta transición necesaria hacia el uso de materiales renovables y sostenibles todavía afronta obstáculos. Las tecnologías y las técnicas de producción necesarias para elaborar bioproductos deben ser eficientes y rentables para llegar al mercado. Además, tienen que ser accesibles para todas las regiones. Muchas zonas de Europa carecen de la experiencia y los conocimientos para aprovechar plenamente la revolución de origen biológico.

Hacer la transición

Abordar este reto —y capacitar a las regiones para que hagan la transición— era uno de los objetivos principales del proyecto POWER4BIO, que recibió el apoyo de la Unión Europea. En el marco de este proyecto, se reunieron diez regiones distintas de Europa con el objetivo de compartir lecciones aprendidas y mejores prácticas sobre cómo desarrollar un sector de base biológica próspero. Esto podría aportar nuevas oportunidades de empleo sostenible para las comunidades locales en campos como la silvicultura o la acuicultura y el de los productos ecológicos.

El alcance geográfico de la colaboración fue clave para el éxito del proyecto, explica el coordinador del proyecto POWER4BIO, Marcelino Gallego, del centro de tecnologías sostenibles CIRCE. «Esta combinación fue sumamente valiosa, puesto que permitió que las regiones con estrategias de bioeconomía menos desarrolladas aprendieran de las que tienen más experiencia».

Por ejemplo, Alemania, una de las regiones asociadas, posee una bioeconomía muy madura, centrada principalmente en los residuos agrícolas, los residuos forestales y las materias primas de industrias forestales. En cambio, la madurez de la bioeconomía de Mazovia (Polonia) es entre media y baja.

Las visitas entre regiones y las actividades en línea ayudaron a los socios regionales a compartir información, así como a identificar posibles oportunidades de colaboración. El proyecto también contó con la cooperación de líderes del mundo universitario y de la industria local, para intentar encontrar formas de fomentar una participación ciudadana más activa en la bioeconomía y sensibilizar al público sobre los beneficios económicos y medioambientales que esto puede aportar.

Asimismo, se creó el kit de herramientas del acelerador de estrategias de bioeconomía (BSAT, o Bioeconomy Strategy Accelerator Toolkit). Este detalla los pasos que las autoridades regionales deberían seguir para desarrollar una nueva estrategia en materia de bioeconomía o para actualizar la estrategia existente. Gallego señala: «El BSAT se aplicó a las diez regiones de POWER4BIO. Sus experiencias ayudaron a dar forma al kit de herramientas y su información fue muy apreciada».

Difusión de los conocimientos

Casi un total de dos mil partes interesadas participaron en el proyecto, entre las que figuran autoridades locales y líderes del mundo universitario y de la industria. De cara al futuro, las herramientas desarrolladas —sobre todo el BSAT— ofrecerán a las regiones la orientación que necesitan para desarrollar bioeconomías sostenibles, inclusivas y adaptadas. Estas beneficiarán directamente a los ciudadanos mediante la creación de nuevas oportunidades de empleo en bioeconomía, así como unos entornos más limpios.

Gallego comenta: «También desarrollamos varias herramientas abiertas en línea para ayudar a las regiones a identificar posibles oportunidades. Por ejemplo, subimos una gran variedad de casos reales de mejores prácticas de biorrefinería. Dichos casos incluían descripciones muy detalladas sobre la composición de la biomasa, las tecnologías de conversión y las aplicaciones en el mercado real».

Por ejemplo, si un consejo regional estaba interesado en saber si una planta de biogás para producir electricidad sería adecuada para su comunidad, el catálogo proporciona información clara sobre la materia prima y la tecnología necesarias, el nivel de preparación tecnológica de la técnica y los productos obtenidos. Lo mismo ocurre con tecnologías como la que consigue biodiésel de aceites vegetales o incluso la que permite cultivar setas sobre residuos de café.

Además, se han facilitado nuevas herramientas recomendadas para ayudar a las zonas con menos experiencia en el desarrollo de técnicas de bioeconomía. «Se han creado Centros de Bioeconomía Regionales en regiones de Europa central y oriental. En ellos, las principales partes interesadas regionales pueden colaborar para desarrollar estrategias de bioeconomía para sus regiones», añade Gallego.

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Datos del proyecto

Acrónimo del proyecto
Power4bio
Número del proyecto
818351
Quién coordina el proyecto: España
Quién participa en el proyecto:
Bélgica
Chequia
Alemania
Grecia
Hungría
Italia
Países Bajos
Polonia
Eslovaquia
España
Ucrania
Coste total
€ 2 969 893
Contribución de la UE
€ 2 969 893
Duración
-

Véase también

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