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Los plásticos proporcionan valor a través de productos de consumo prácticos, versátiles y ligeros, así como un rendimiento avanzado en aplicaciones de alta gama, como los coches. No obstante, a pesar de su utilidad, está claro que el consumo lineal de un solo uso de plásticos es incompatible con la transición de Europa hacia una economía circular. Este modelo prioriza la reutilización y el reciclaje de los recursos a fin de reducir los residuos y conservar el máximo valor posible.
En lo relativo al reciclaje de los plásticos, se han producido ciertos avances. Por ejemplo, en 2018 se recicló el 41,5 % de los residuos de los embalajes plásticos, y en siete Estados miembros de la Unión Europea se recicló más de la mitad de los residuos de embalajes plásticos. Aun así, no es suficiente para lograr una circularidad total. Además, es fundamental que las tecnologías de reciclaje no se queden rezagadas para seguir el ritmo de los nuevos materiales que llegan al mercado.
«Un buen ejemplo son los multimateriales plásticos —comenta la coordinadora del proyecto MultiCycle, Ana Maria Lopez, de IRIS Technology Solutions (España)—. Son productos fabricados con mezclas de distintos plásticos, o en los que se usan plásticos combinados con otros materiales funcionales, como fibras de refuerzo. Estos materiales suponen un reto para la infraestructura y la tecnología de reciclaje actuales».
Reciclaje avanzado de plásticos
Con este fin, se puso en marcha el proyecto MultiCycle, financiado con fondos europeos, cuyo objetivo era la construcción de una planta piloto de reciclaje industrial. La planta se centra en dos importantes segmentos industriales que plantean retos a los recicladores: los envases multicapa/películas flexibles y los compuestos termoplásticos con fibra de refuerzo, como los que se utilizan en el sector automovilístico.
Estos materiales se recopilaron de flujos de residuos postfabricación y postconsumo de toda Europa. La idea, explica Lopez, era reflejar algunos de los mejores y peores sistemas de clasificación utilizados en la actualidad, para garantizar que el proceso piloto generaba un rendimiento comercial realista.
«El proceso MultiCycle que creamos combina dos tecnologías avanzadas principales —prosigue Lopez—. La primera es un método de reciclaje innovador, que utiliza disolventes reutilizables inocuos para el medio ambiente para disolver de forma selectiva cada uno de los plásticos de la materia prima multimaterial. Posteriormente estos se recuperan como material reciclado sólido que puede utilizarse para fabricar nuevos productos plásticos de valor añadido».
En segundo lugar, el sistema MultiCycle integra un sistema de supervisión visual de inteligencia artificial en tiempo real diseñado y puesto en marcha por IRIS Technology Solutions a fin de reconocer los distintos tipos y cantidades de plásticos presentes en la materia prima. De esta manera los operarios pueden tomar decisiones fundadas sobre las condiciones de procesamiento necesarias para la etapa de disolución selectiva.
La planta piloto se encuentra operativa en estos momentos y está produciendo una serie de flujos de plástico de un solo uso reciclado, que se analizan como materia prima en potencia en la economía circular para los plásticos.
Además del importante progreso técnico logrado, los socios de proyecto de MultiCycle han intentado activamente garantizar la protección de las patentes en áreas clave, como la supervisión de procesos avanzada. Es algo fundamental para alentar a las empresas a invertir en investigación y desarrollo, así como para asumir riesgos calculados en nuevas tecnologías innovadoras. Hasta el momento se han presentado con éxito tres solicitudes de patente basadas en resultados derivados de MultiCycle.
Cerrar el círculo
Desde una perspectiva a más largo plazo, el proyecto MultiCycle ha realizado una valiosa contribución a la transición de Europa hacia una economía circular. «Si la sociedad tiene que apoyar estilos de vida futuros sostenibles sobre la base de una calidad de vida compartida sin incumplir objetivos esenciales sobre el calentamiento global, tenemos que innovar en formas que impulsen la eficiencia en el consumo de recursos y la descarbonización —añade Lopez—.
En mi opinión, el proyecto MultiCycle ha defendido desde el punto de vista técnico, empresarial y medioambiental el cierre del círculo para tipos de materiales importantes cuyo reciclaje resulta difícil en la actualidad. Esperamos que el proyecto pueda ser un modelo de aplicación de métodos similares en otros campos. Servirá de ayuda para que Europa conserve valor material y empleos cualificados sin agotar nuestros recursos planetarios».