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Sin un puente entre la isla danesa de Aeroe y el continente, los transbordadores desempeñan un papel fundamental para mantener conectados a los 6 000 habitantes de la isla. Desafortunadamente, estos transbordadores de gasoil también son grandes contaminantes y, por lo tanto, un gran obstáculo para el objetivo de la isla de alcanzar la neutralidad en carbono de aquí a 2025.
Como alternativa sostenible, el proyecto E-ferry, financiado con fondos europeos, ha desarrollado Ellen, un transbordador de vehículos 100 % eléctrico de última generación.
Tal y como afirma Halfdan Abrahamsen, gerente de medios e información de Ærø EnergyLab, socio principal del proyecto: «Al funcionar en su totalidad con la electricidad generada a partir de fuentes de energía renovables, y sin un generador de respaldo a bordo, Ellen logra funcionar verdaderamente como un transbordador sin emisiones. Dicho de otro modo, al reemplazar un viejo transbordador de gasoil por uno totalmente eléctrico que navega con energía renovable, hemos demostrado cómo podemos reducir drásticamente la huella de carbono de la isla».
Diseño cuidadoso de cada componente
Huelga decir que desarrollar un transbordador tan revolucionario no fue una tarea sencilla. «Cada componente, desde el casco hasta las baterías y el cargador en sí, fue diseñado pensando en una eficiencia extrema», explica Abrahamsen.
Por ejemplo, el casco del barco se diseñó para garantizar una resistencia mínima, lo que le permite deslizarse de manera eficiente por el agua con un bajo consumo de energía. Además, para ubicar las 840 baterías del transbordador, el proyecto tuvo que diseñar un sistema eléctrico de vanguardia extremadamente compacto, sin mencionar el «software» personalizado que se necesita para garantizar una carga equilibrada y rápida de una cantidad sin precedentes de baterías.
Según Abrahamsen, uno de los aspectos de diseño más importantes fue el cargador. «Si el cargador no se conecta de manera muy rápida y sin interrupciones cuando el barco llega al puerto, el operario no podrá obtener la energía suficiente para mantener el servicio», señala Abrahamsen. «Cualquier desconexión o carga deficiente dará lugar a un servicio retrasado o cancelado».
Este riesgo se subsana en Ellen al colocar el cargador en la parte superior de la rampa del barco y emplear un brazo robótico para conectar automáticamente las cuatro líneas de carga. «Cuando el transbordador llega al puerto, la rampa se baja a la cubierta para vehículos, lo que significa que el cargador sigue al transbordador mientras se mueve en el agua», agrega Abrahamsen.
Superar las expectativas
Para reproducir el nivel de servicio de un transbordador de gasoil, Ellen debería poder realizar cinco viajes de ida y vuelta al día. «Me complace decir que Ellen no solo pudo cumplir con este estándar, sino que superó todas las expectativas», señala Abrahamsen.
El proyecto demostró la capacidad de Ellen para realizar hasta siete viajes de ida y vuelta al día, y que puede hacerlo diez minutos más rápido que el transbordador de gasoil. Ellen incluso supera a otros transbordadores eléctricos, ya que navega siete veces más entre cargas.
Abrahamsen explica: «Navegamos 22 millas náuticas entre cargas, que son aproximadamente 40 kilómetros. Este rango es más que suficiente para satisfacer las necesidades de Aeroe y es suficiente para satisfacer las necesidades de entre el 65 y el 80 % de todas las rutas nórdicas de transbordadores y al menos 900 rutas europeas».
En términos de eficacia, los investigadores del proyecto estiman que Ellen ahorra 2 520 toneladas de CO2 al año y elimina más de media tonelada de partículas peligrosas del aire. «La eficacia energética del transbordador eléctrico es del 85 %, que es más del doble que la de un motor de gasoil tradicional», señala Abrahamsen. En otras palabras, cuando usamos energía, casi toda ella se destina a hacer avanzar el transbordador, con muy poco desperdicio».
La navegación eléctrica también ahorra dinero en efectivo. «Si bien la inversión inicial es ligeramente mayor, los operarios verán ahorros tan pronto como en unos cuatro a ocho años», explica Abrahamsen. «Es bastante más económico cargar baterías que llenar un tanque con gasoil».
Abrahamsen agrega que los clientes y las tripulaciones también disfrutan de navegar con Ellen, en especial su funcionamiento silencioso, tranquilo y sin contaminación. Abrahamsen concluye: «Ellen es una prueba de que podemos alejarnos de nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Al demostrar cómo los transbordadores eléctricos pueden servir en diferentes rutas, esperamos ver un aumento en el uso de las tecnologías marítimas sin emisiones».