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Research and Innovation

Aunar sentidos y tecnología

Todos los días interactuamos con tecnología, pero casi siempre a través de nuestros ojos y oídos. El equipo del proyecto SenseX, financiado con fondos europeos, ha presentado un diseño que propicia experiencias multisensoriales. Este método nuevo ofrece a las personas una tecnología que incorpora sus cinco sentidos.

© SenseX project - M.Obrist, 2018

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Vivimos en un mundo sensorial. De hecho, casi cualquier experiencia que se pueda imaginar, desde comer hasta asistir a un concierto, implica nuestros cinco sentidos: la vista, el gusto, el tacto, el olfato y el oído.

Sin embargo, la tecnología de consumo suele limitarse a la experiencia audiovisual.

«Aunque las tecnologías interactivas constituyen una parte fundamental y común de nuestra vida cotidiana, la experiencia típica del usuario solo implica los sentidos de la vista y el oído», comenta Marianna Obrist, catedrática de Interfaces Multisensoriales en el University College de Londres (UCL).

A través del proyecto financiado con fondos europeos SenseX, respaldado por el Consejo Europeo de Investigación, Obrist está promoviendo el uso de lo que denomina «diseño multisensorial». «El tacto, el gusto y el olfato tienen una gran repercusión en la salud, la seguridad, el ocio, el trabajo y nuestro bienestar general —añade la catedrática—. Por lo tanto, las experiencias multisensoriales, si se incorporan en tecnologías interactivas de una forma fácil de usar, podrían posibilitar oportunidades de productos, tecnologías y servicios totalmente nuevos».

El manual del diseño multisensorial

Antes de que las empresas tecnológicas puedan comenzar a aprovechar el poder de las experiencias multisensoriales, primero tienen que comprender los que es posible; y aquí es donde entra en juego el proyecto SenseX. «Nuestro objetivo era redactar el manual de diseño multisensorial, proporcionando ejemplos concretos sobre cómo los diseñadores pueden integrar el tacto, el gusto y el olfato en la experiencia del usuario», señala Obrist.

Para ello, los investigadores del proyecto no solo tuvieron que desarrollar nuevos dispositivos e interfaces para estimular los sentidos del olfato y el gusto, sino también comprender su eficacia con respecto a la creación de los efectos de sensación y percepción. A continuación, se emplearon estos factores técnicos y perceptivos para diseñar experiencias multisensoriales, muchas de las cuales se presentan en un libro pionero titulado «Multisensory Experiences: Where the senses meet technology» («Experiencias multisensoriales: aunar sentidos y tecnología»).

Según Obrist, el libro lleva al lector desde los fundamentos de las experiencias multisensoriales a las relaciones entre los sentidos y la tecnología y, por último, a cómo puede ser el futuro de estas experiencias. «Este libro describe la transformación digital y cómo podemos empezar a diseñar interfaces e interacciones innovadoras que integren nuestros cinco sentidos», explica la autora.

Una idea sabrosa

Tomemos como ejemplo TastyFloats, una de las experiencias multisensoriales descritas en el libro. TastyFloats es un sistema de entrega de sabores y cuyo objetivo es ofrecer al usuario un interacción agradable y significativa. «En otras palabras, no queríamos que los usuarios se pusieran tubos en la boca o la nariz ni que tuvieran que someter su lengua a una estimulación eléctrica», comenta Obrist.

En lugar de tubos y cables, la experiencia aprovecha los principios de la levitación acústica. Tal como Obrist explica, la levitación acústica emplea ondas sonoras de alta intensidad para suspender materia, en este caso partículas de sabor, en el aire. «Desarrollamos un dispositivo de entrega sin contacto que presenta estímulos gustativos en el aire, sin ninguna sujeción —señala Obrist—. De este modo, el usuario es libre de interactuar con el estímulo usando su lengua».

Después de haber logrado la levitación acústica con alimentos, los investigadores centraron su atención en comprender a qué saben los estímulos levitados, cómo afecta la percepción del gusto de cada persona y qué sucede si se integran otros estímulos sensoriales. «El objetivo del trabajo es sentar las bases para diseñar experiencias multisensoriales que, en último término, puedan integrarse en dispositivos cotidianos», comenta Obrist.

Los investigadores también colaboraron con la galería de arte londinense Tate Britain para crear Tate Sensorium: un estudio de casos sobre cómo se puede emplear la tecnología táctil y auditiva para diseñar experiencias multisensoriales. «Esta iniciativa demostró cómo la comunidad de la interacción entre personas y ordenadores, las industrias creativas y los comisarios de arte pueden emplear la tecnología háptica etérea para pensar más allá de las experiencias artísticas convencionales y hacia algo más atractivo y estimulante desde el punto de vista emocional», agrega Obrist.

Potencial revolucionario

Aunque el proyecto SenseX ya ha concluido, su trabajo continúa. Los investigadores del proyecto crearon una empresa derivada, OWidgets, para seguir avanzando en sus innovaciones sensoriales. La empresa cerró hace poco una ronda de inversión de aproximadamente un millón de euros, un dinero que se empleará para hacer crecer el equipo y fomentar nuevas iniciativas de investigación e innovación en toda Europa.

Es más, la propia Obrist está aprovechando las diferentes colaboraciones con el mundo universitario y el sector industrial establecidas durante el proyecto. Como directora adjunta de Salud Digital en el Instituto de Ingeniería Sanitaria del UCL, está examinando la forma en la que la investigación de SenseX sobre experiencias inmersivas puede abordar retos de la atención sanitaria y el bienestar.

«Creo que estos últimos desarrollos y colaboraciones, muchas de los cuales están siendo impulsados por la empresa derivada OWidgets, demuestran el gran potencial revolucionario que tienen las experiencias multisensoriales, no solo para nuestro dispositivos cotidianos, sino también para la tecnología avanzada que guía el futuro en la asistencia sanitaria, el transporte y la investigación», concluye Obrist.

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Datos del proyecto

Acrónimo del proyecto
SenseX
Número del proyecto
638605
Quién coordina el proyecto: Reino Unido
Quién participa en el proyecto:
Reino Unido
Coste total
€ 1 494 865
Contribución de la UE
€ 1 494 865
Duración
-

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