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Cuando se trata de prevenir enfermedades, nada supera a una buena vacuna. Por desgracia, desarrollar una es un proceso largo y complejo, un hecho que ha quedado patente durante la pandemia de COVID-19.
Para tener éxito, la investigación no se puede llevar a cabo de forma aislada, sino que deber haber cooperación internacional, asociaciones público-privadas e intercambios de recursos y conocimientos. En Europa, dicho esfuerzo está siendo impulsado en parte por TRANSVAC2 —un proyecto financiado con fondos europeos dirigido por la Iniciativa Europea para las Vacunas (EVI)—, que se dedica a acelerar el desarrollo de vacunas.
Según afirma Hilde Depraetere, directora de operaciones en la EVI: «TRANSVAC2 apoya el desarrollo de vacunas terapéuticas y profilácticas innovadoras tanto para uso humano como para uso veterinario. Con ello, no solo pretendemos responder a retos sanitarios acuciantes como la pandemia de COVID-19, sino situar a Europa como un líder mundial en la investigación y el desarrollo (I+D) de vacunas».
Servicios, apoyo, trabajo en red y formación
Para optimizar el desarrollo de vacunas, TRANSVAC2 ofrece una amplia gama de servicios en todas las fases del flujo de desarrollo de vacunas y la mayoría de ellos están disponibles de manera gratuita. Todos los servicios se complementan con actividades de investigación conjunta que realizan los socios del consorcio.
«Estas iniciativas tienden a centrarse en mejorar los adyuvantes, los ensayos predictivos y los métodos de biología de sistemas», añade Depraetere. «Su objetivo es abordar las mayores lagunas del conocimiento actuales en el desarrollo de vacunas y están diseñadas para mejorar y apoyar los servicios proporcionados».
TRANSVAC2 también ofrece varias iniciativas de trabajo en red, una de las cuales está poniendo a disposición de las instituciones asociadas colecciones de muestras comunes. «Al compartir distintas muestras animales, nuestro biobanco ayuda a reducir el número de animales utilizados en estudios de investigación», explica Depraetere.
Por último, pero no menos importante, TRANSVAC2 también ha creado catorce módulos de formación de I+D de vacunas en varios centros europeos líderes de investigación. «El objetivo de esta iniciativa es formar a los científicos en la investigación y el desarrollo de vacunas para mantener el liderazgo europeo en este ámbito», afirma Depraetere. «Ya hemos formado a más de cien investigadores en áreas como desarrollo de procesos, desarrollo clínico, ciencia analítica y aspectos reguladores».
El apoyo especial en I+D para vacunas ahora se centra en las vacunas para la COVID-19
Esta combinación única de servicios, apoyo, trabajo en red y formación ha demostrado ser una combinación ganadora. En los primeros tres años desde el inicio de TRANSVAC2, se otorgaron treinta y ocho servicios a veintitrés proyectos presentados por pymes e instituciones de investigación, de Europa, América del Sur y América del Norte. Estos proyectos de investigación abarcan una gama de tipos de enfermedades, que incluye las alergias y las enfermedades bacterianas, parasitarias, oncológicas y víricas, incluida la más reciente, provocada por el SARS-CoV-2.
Según Depraetere, el enorme desafío que ha planteado la pandemia de COVID-19 ha aumentado la presión para desarrollar
herramientas adecuadas para controlar y tratar la enfermedad. «Al contrario que los tratamientos, las vacunas pueden aplanar la curva de infecciones de antemano», afirma. «Solo hay un gran problema: la vacuna suele llegar demasiado tarde para la oleada de infecciones del momento».
Como ayuda al esfuerzo mundial para acelerar el desarrollo de una vacuna, TRANSVAC2 publicó una convocatoria de solicitudes para el desarrollo de vacunas para la COVID-19. El proyecto proporcionará treinta y un servicios a ocho grupos de investigación galardonados de pymes e instituciones públicas dedicados al desarrollo rápido de una vacuna para la COVID-19. Se prestarán varios de los servicios de TRANSVAC2, desde el descubrimiento de antígenos hasta el apoyo con ensayos clínicos y preclínicos, a fin de ayudar a acelerar el flujo de desarrollo de la vacuna de la COVID-19.
Depraetere concluye: «Normalmente, el desarrollo de vacunas lleva varios años y requiere plataformas tecnológicas diferentes que no suelen encontrarse en una única institución de investigación. Solo puede haber un progreso rápido hacia el desarrollo de vacunas potentes mediante esfuerzos coordinados y concertados en toda Europa y el mundo, y TRANSVAC2 está en una buena posición para facilitar dichos esfuerzos». Para fortalecer la investigación y el desarrollo rápidos de una vacuna para la COVID-19, la Unión Europea proporciona, de conformidad con los Estados miembros, una financiación complementaria adicional de 4 millones de euros.