El proyecto SHERPA, de cuatro años de duración, quería conectar a las comunidades rurales europeas con la toma de decisiones locales. Al fomentar las conversaciones abiertas y el intercambio de ideas entre las partes interesadas, logró que los conocimientos locales respaldaran las políticas sobre cuestiones como el cambio climático, el uso de la tierra y la diversificación de la economía rural.
La coordinación internacional es básica para abordar retos como el comercio y el desarrollo, la seguridad, el cambio climático, la migración y las finanzas mundiales. El proyecto europeo GLOBE identificó las tendencias que la UE debe estimar en sus nuevas estrategias en esta área. Esto mantendrá a los ciudadanos de la UE y sus intereses en el foco de la gobernanza mundial en los próximos decenios.
Europa se enfrenta a una afluencia de refugiados, parte de los más de dieciséis millones de personas en todo el mundo que sufren desplazamientos prolongados. En el proyecto TRAFIG, financiado con fondos europeos, se crearon soluciones mejor adaptadas a las necesidades y capacidades de los desplazados. El trabajo ya está ayudando a los desplazados a prosperar en sus nuevos hogares.
Las redes de innovación tienen el poder de hacer que las empresas prosperen de forma más rápida y eficaz. El proyecto ENRICH in Africa, financiado con fondos europeos, proporcionó a varias organizaciones los medios para conectar a innovadores de ambas regiones, lo que generó beneficios sociales y ambientales.
