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En toda Europa se sigue considerando con demasiada frecuencia a los migrantes como una carga socioeconómica, salvo que ocupen puestos de trabajo que de otro modo quedarían vacantes. Este enfoque injusto sobre los aspectos negativos de la migración ignora deliberadamente realidades más importantes por el simple hecho de que no se ajustan a la narrativa. Lo cierto es que los migrantes mitigan los efectos del envejecimiento y el declive demográfico, nos aportan diversidad cultural y realizan contribuciones concretas a nuestras economías.
Esta visión incorrecta se traduce en diversas barreras a la integración como, por ejemplo, la mayor dificultad para acceder al mercado laboral. «Aquí el principal problema es la manera en que los países de la Unión Europea (UE) han proporcionado a los migrantes un “estatuto jurídico” que realmente los separa del resto de la población. Se asigna a los migrantes una categoría jurídica en función del motivo de su entrada en la UE y dicha categoría afecta directamente a sus posibilidades de contratación. Por ejemplo, los solicitantes de asilo no pueden trabajar en diversos países de la UE durante un período prolongado de tiempo. Esta laguna en su currículo da lugar a un círculo vicioso que se agudiza por la carencia de mecanismos para el reconocimiento de las competencias y los logros educativos pasados, por no hablar de la discriminación. Esto supone un enorme desperdicio de talento y una fuente de desmotivación para los migrantes», explica Simone Baglioni, catedrático de Sociología de la Universidad de Parma.
Gracias a la financiación europea ofrecida a través del proyecto SIRIUS, Baglioni y otros socios del proyecto pudieron investigar las barreras del mercado laboral y los elementos catalizadores para los recién llegados a la UE. Combinaron una evaluación de las políticas y los marcos jurídicos con dinámicas sociales y un análisis de las experiencias individuales, y obtuvieron así una perspectiva mucho más completa sobre la complejidad de la integración en el mercado laboral para los migrantes a partir de 2014.
Un juego serio para preparar a los recién llegados
Los hallazgos de SIRIUS se han plasmado en una aplicación de juego serio denominada WORKEEN, la cual ha sido diseñada por un equipo de científicos políticos, sociólogos, economistas e ingenieros de «software». «La aplicación ofrece una guía práctica y formación sobre habilidades interpersonales para enseñar a cualquier migrante a entrar por primera vez en un mercado laboral», añade Baglioni. «Es una de las primeras de este tipo y guía de forma interactiva a los demandantes de empleo a lo largo de las dos fases de la búsqueda de trabajo y la integración en el puesto de trabajo mediante escenarios basados en juegos».
En el primer paso, WORKEEN guiará a los migrantes mientras estos siguen todos los pasos necesarios para conseguir un puesto de trabajo. La aplicación ofrece una lista de verificación que los ayuda a identificar la documentación requerida antes de ofrecer pautas sobre cómo debería presentar sus competencias y su experiencia laboral el migrante. Se ofrece información adicional sobre cómo ponerse en contacto con una agencia de empleo, escribir una carta de presentación y un currículo, y cómo preparar una entrevista de trabajo.
El segundo paso ayuda a los migrantes que ya han conseguido un trabajo a tener éxito en dicho puesto. «La segunda fase está diseñada para ayudar a los nuevos empleados a familiarizarse con su nuevo país o con su cargo nuevo para evitar tensiones desagradables. También permite que conozcan sus derechos y los prepara para hacer frente a posibles situaciones de explotación o abuso», comenta Baglioni. «Hemos creado escenarios para ayudar a los usuarios a hacer frente a situaciones complicadas, desde un simple problema de comunicación en las interacciones cotidianas a hacer frente a situaciones de acoso o de abuso. La aplicación WORKEEN está disponible de forma gratuita a través de la tienda Google Play para dispositivos Android. Está disponible en inglés, árabe, farsi y seis idiomas europeos (checo, danés, finés, francés, griego e italiano)».
Esta aplicación ha sido promovida de forma activa en redes sociales y a través de prensa escrita y medios en internet. Diversos organismos, como por ejemplo municipios, han expresado ya su interés en usarla, y se ha encargado a diversas ONG que la prueben.
La finalización del proyecto SIRIUS está prevista para julio de 2021. Aparte de su trabajo en la aplicación WORKEEN, el consorcio ha entrado con éxito en el debate político y académico sobre los migrantes para convertirse en un interlocutor de confianza para partes que van desde las instituciones de la UE y las empresas a la sociedad civil. «Esperamos que el proyecto contribuya a aumentar la concienciación sobre las barreras que deberían eliminarse y, más importante si cabe, que se convierta en un interlocutor cualificado para hablar con los responsables políticos, los actores sociales, los medios de comunicación y los ciudadanos. En definitiva, todo lo que buscamos es una visión común de una sociedad cohesionada y que respete la diversidad», concluye Baglioni.