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Los investigadores de todo el mundo trabajan arduamente para combatir las epidemias y, más recientemente, en la elaboración de una vacuna contra la COVID-19. Sin embargo, el tiempo resulta fundamental. Solo un avance disciplinado, apoyado por estrategias de financiación de la investigación cohesionadas a nivel mundial, puede asegurar un éxito inmediato. Desde 2014, dicha coordinación ha sido el deber de una red internacional de los principales financiadores de la investigación denominada GloPID-R.
GloPID-R desempeña un papel importante: coordinar la financiación de los organismos a escala mundial a fin de mejorar la preparación de la investigación y facilitar una respuesta rápida y eficaz ante epidemias infecciosas o pandemias. Cuando se identifican las brechas en la investigación, la red coordina y facilita una respuesta investigadora eficaz y rápida. Aunque los esfuerzos mundiales de investigación solían funcionar de manera aislada, GloPID-R se esfuerza para permitir una coordinación mundial. Su objetivo es garantizar que cada céntimo está bien gastado, sin solapamientos contraproducentes y, en última instancia, con una respuesta más eficaz y más rápida.
Desde su creación, GloPID-R ha estado al frente cuando se ha tratado de prepararse y responder ante los brotes, desde los virus chikunguña y Zika en Latinoamérica, hasta el Ébola en la República Democrática del Congo. Sin embargo, últimamente ha desempeñado un papel decisivo en la lucha contra la COVID-19.
«Los agentes patógenos emergentes se están volviendo más frecuentes e invasivos», afirma Richard Vaux, responsable del proyecto GloPID-R y coordinador del proyecto GloPID-R-Sec, el Secretariado que apoya la red GloPID-R. «Desde 2016 hasta 2019, vimos cómo el zika, la fiebre amarilla, la peste, el ébola y la fiebre de Lassa afectaron principalmente al hemisferio sur. Sin embargo, dado que la COVID-19 afecta a personas de todo el mundo, tenemos otra prueba de que invertir en la preparación de la investigación es imprescindible».
Una respuesta mundial y coordinada
Tan pronto como la Organización Mundial de la Salud (OMS) fue informada por primera vez sobre la presencia de casos de una neumonía sospechosa en la ciudad de Wuhan (China), los miembros de GloPID-R y de otros importantes agentes se reunieron para determinar las prioridades de la investigación a fin de combatir la enfermedad. Empezaron identificando los proyectos de investigación en marcha que podían reforzar la comprensión sobre esta (re)emergente enfermedad infecciosa. Posteriormente, identificaron las necesidades relativas a la investigación, las cuales ofrecieron las bases para hacer un llamamiento de emergencia a fin de obtener financiación.
«Desde principios de 2020, hemos trabajado en estrecha colaboración con la OMS. Además de coordinar a nuestros miembros con capacidades de financiación rápidas, a mediados de febrero también celebramos el “Foro mundial de investigación e innovación sobre el nuevo coronavirus” junto con la OMS en su sede central de Ginebra. El foro condujo a la elaboración de una hoja de ruta para la investigación mundial contra la COVID-19, la cual especifica las prioridades en todos los ámbitos temáticos», explica Vaux.
En abril, GloPID-R y UK Collaborative on Development Research (UKCDR) publicaron conjuntamente un rastreador en directo con todos los proyectos de investigación sobre la COVID-19. El rastreador tiene como objetivo ayudar a que los investigadores y los proveedores de financiación identifiquen brechas y oportunidades, además de informar sobre las futuras necesidades de coordinación e inversión.
La financiación europea para el Secretariado de GloPID-R ha sido renovada recientemente hasta 2022. Hasta entonces, seguirá conectando a los miembros de GloPID-R con las partes interesadas relacionadas con la investigación. También desarrollará futuras estrategias para obtener una coordinación más sólida en cuanto a la financiación de la investigación destinada a epidemias emergentes, además de sensibilizar a las personas sobre la respuesta y la preparación de la investigación.
La red ya ha evolucionado considerablemente desde que se inició el proyecto GloPID-R-Sec en 2015. Actualmente, reúne a veintinueve miembros y dos observadores y ha estabilizado los procedimientos para los planes de respuesta y la evaluación de las brechas en la investigación. En 2019, también se desarrolló una estrategia revisada para reforzar la participación.
Al tratarse de la única alianza de este tipo, GloPID-R sin duda establece un ejemplo para el futuro de la financiación de la investigación. Sus esfuerzos contribuyen a garantizar que la lucha contra todas las pandemias, actuales y futuras, sea eficaz, rápida y no deje a nadie de lado.