PDF Basket
El sistema capitalista moderno está dirigido por un grupo relativamente pequeño de empresas, que se cuentan por miles. Son muchos los términos utilizados para referirse a estas empresas, como corporaciones multinacionales, empresas transnacionales o empresas multinacionales (EMN).
Se calcula que estas organizaciones son responsables del 33 % de la producción mundial, el 49 % de las exportaciones y el 23 % del empleo mundial.
«Sin embargo, algunas de las dimensiones de estas organizaciones son especialmente desconcertantes», señala Ronen Palan, coordinador del proyecto CORPLINK y catedrático de Economía Política Internacional en City University de Londres (el Reino Unido).
«Aunque hablamos de empresas como Apple y Amazon como si cada una fuera una organización económica fuerte y única, en realidad están formadas por diferentes sociedades de capitales y filiales, y cada una de ellas es tratada como una empresa independiente», explica.
Otro factor desconcertante es que, en vez de desarrollar estructuras eficientes y eficaces, las multinacionales modernas parecen preferir la complejidad organizativa. Palan destaca que cada una de las cien empresas no financieras más importantes del mundo posee de promedio más de setecientas filiales. Estas filiales se apoyan en estructuras organizativas que suelen estar formadas por cadenas de propiedad y sucursales complejas.
«Aunque sospechábamos que esta complejidad está vinculada a los costes, como los impuestos, no sabíamos exactamente por qué la organización de las EMN se está volviendo más compleja», añade Palan. «Tampoco sabíamos exactamente cómo evolucionan estas organizaciones».
Uso del mapeo de equidad
El proyecto CORPLINK, financiado con fondos europeos y respaldado por el Consejo Europeo de Investigación, buscaba comprender mejor el carácter y el comportamiento de las EMN mediante el mapeo de esta complejidad organizativa, cuestión que logró gracias a una técnica llamada mapeo de equidad. Se generaron cerca de doscientos mapas de equidad, incluidos los de las cien empresas no financieras más grandes del mundo.
Este proceso implicó llevar a cabo entrevistas exhaustivas con abogados y contables, a fin de identificar estructuras comunes específicas y acuerdos financieros. Se analizaron las causas y consecuencias generales de estas características estructurales (como el establecimiento de filiales en territorios de baja tributación) con el objetivo de ayudar al equipo a comprender mejor las EMN modernas.
«Queríamos poder utilizar este mapeo de manera dinámica, para mostrar cómo evolucionan las organizaciones año tras año y cómo transfieren fondos entre distintas ramas de la organización», afirma Palan.
Explicar la economía mundial
Palan y su equipo confirmaron que las EMN están claramente estructuradas en parte para interactuar de forma efectiva con los sistemas políticos, es decir con las normas y los reglamentos nacionales. «Algunas de las estructuras integradas en estas organizaciones se utilizan para fines concretos, como lidiar con los impuestos o la responsabilidad civil, o para respaldar la narrativa corporativa», explica.
«No obstante, cada organización es única. Incluso los mejores abogados y contables con los que hablamos no podían explicarnos todo lo que veíamos».
Además, se han puesto de manifiesto algunas características nacionales. Por ejemplo, las empresas estadounidenses tienden a tener una mayor complejidad organizativa a nivel internacional que en su país. «Dicho de manera sencilla, los Estados Unidos fomentan la elusión fiscal por parte del sector empresarial estadounidense en el extranjero», dice Palan. La conclusión que se obtiene de esto es que Europa se ha convertido en el terreno de las estrategias mundiales de elusión fiscal.
«Lo que descubrimos es que la EMN moderna optimiza el precio y los costes al enfrentar las normas nacionales entre sí», señala Palan. «Lo hacen controlando la dirección de las inversiones, los dividendos y otros pagos a través de varias jurisdicciones de manera que aprovechan las escapatorias y lagunas tributarias o las omisiones en las leyes de un país contra el otro». En otras palabras, las normas de arbitraje se han convertido en un arma competitiva para la EMN moderna.
Estos hallazgos podrían ayudar a los académicos a reconceptualizar y explicar mejor la economía mundial, lo que a su vez podría conducir a una mejor formulación de políticas y a eliminar las lagunas tributarias. El método del mapeo de equidad ya se ha utilizado para respaldar la investigación de un grupo parlamentario europeo y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), así como para ayudar a los periodistas de investigación.
«Los economistas tienden a pensar en los mercados como espacios lisos abstractos y sin fronteras», señala. «Tal y como ha mostrado este ejercicio de mapeo, el mercado mundial real se teje entre órganos jurisdiccionales, cada uno con sus propias normas respecto a contratos, propiedades, gobernanza e impuestos».