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A pesar de una amplia gama de esfuerzos emprendidos para promover la igualdad de género en la ciencia y la tecnología, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, llamados CTIM. Según Eurostat, entre todas las personas que obtuvieron un grado de educación superior en 2018, hubo 2,6 veces más hombres (en comparación con las mujeres) en los campos relacionados con la ingeniería, la fabricación y la construcción, y 3,9 veces más hombres en los estudios sobre tecnologías de la información y la comunicación. Eurostat también indicó que, en 2018, las mujeres estaban enormemente infrarrepresentadas en el ámbito de la fabricación (en el que solo el 21 % de los científicos y los ingenieros son mujeres) y, según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), solo el 17 % de los especialistas en tecnologías de la información y las comunicaciones son mujeres.
«Si tenemos en cuenta el gran papel que desempeña la tecnología en nuestra vida diaria, el desequilibrio de género presente en las actividades de investigación e innovación resultan especialmente preocupantes», declara Brigitte Ratzer, investigadora en la oficina de competencia de género de la Universidad Técnica de Viena (TU Wien).
Gracias al proyecto financiado con fondos europeos GEECCO, Ratzer dirige una iniciativa para ayudar a incrementar el papel de las mujeres en la investigación y la innovación. «Al eliminar los obstáculos a la contratación, la retención, la toma de decisiones y el progreso profesional de las investigadoras, aspiramos a que haya más mujeres trabajando en los campos de CTIM», añade Ratzer.
Más concienciación
Para lograrlo, el proyecto GEECCO está empleando planes de igualdad de género (GEP, por sus siglas en inglés). «Un GEP es un conjunto de acciones que adoptan un enfoque estratégico para lograr la igualdad de género en las organizaciones de investigación y las universidades», explica Ratzer. «Entre estas acciones figuran la realización de evaluaciones del impacto para identificar sesgos de género, la aplicación de soluciones innovadoras para corregir dichos sesgos y el seguimiento del progreso hacia el equilibrio de género».
El proyecto elaboró varios GEP a medida para cuatro universidades europeas y dos organizaciones de financiación de la investigación. «Todos estos participantes trabajan en ámbitos de CTIM, donde el sesgo de género sigue siendo un problema grave», señala Ratzer.
Para ilustrar el enfoque único que utiliza el proyecto para resolver este sesgo, Ratzer explica cómo una de las organizaciones socias de investigación introdujo medidas para apoyar a las investigadoras principales y a equipos de investigación con diversidad de género. «Esta iniciativa mejoró considerablemente el equilibrio de género de los equipos de investigación y las investigadoras principales de la organización, que consiguieron lograr una proporción casi igualitaria», subraya Ratzer.
«GEECCO ayudó a concienciar sobre la importancia de incluir una perspectiva de género en nuestras actividades de investigación, educación y toma de decisiones», declara Amaia Lusa, profesora titular en la Universitat Politècnica de Catalunya, una de las organizaciones de investigación participantes. «Por lo tanto, GEECCO sirvió de catalizador para llevar a cabo los cambios estructurales necesarios en nuestra universidad».
Aunque todavía está en curso, el proyecto GEECCO ya está presentando su enfoque probado para lograr la equidad de género. Por ejemplo, el equipo ha elaborado una serie de materiales de formación sobre el establecimiento, la aplicación y el seguimiento de GEP. Estos materiales, todos ellos disponibles a través del sitio web del proyecto, incluyen tutoriales de evaluación y seguimiento, directrices para el seguimiento del progreso hacia los objetivos de igualdad de género, así como información sobre la recopilación y el análisis de datos.
Un paso más cerca de la equidad de género
Debido al papel cada vez mayor que desempeñan la tecnología y la innovación en la economía actual basada en los conocimientos, resulta más importante que nunca garantizar la equidad de género en la investigación y la educación centradas en CTIM. Gracias a iniciativas como la del proyecto GEECCO, estamos un paso más cerca de alcanzar este equilibrio.
«Desde cómo nos desplazamos hasta la forma en que nos comunicamos, trabajamos y nos entretenemos, la ciencia y la ingeniería tienen un papel esencial en nuestras vidas repletas de tecnología», concluye Ratzer. «Al garantizar que se toma el cuenta el sexo y el género en la ciencia y la ingeniería que dan origen a la mayor parte de la tecnología actual, también garantizamos que dicha tecnología esté disponible y sea útil del mismo modo para todos».